El dicho popular "dónde fueres haz lo que vieres",está muy bien y ayuda para integrarse y no meter la pata al salir de viaje fuera del propio país ya sea por ocio o trabajo.Pero tampoco está de más frenar esas ansias de integración vacacional a toda costa,pues hay veces en las que es mejor no hacer lo que se viere en determinados países a los que se visita.
El turismo sexual es una de esas cosas que no se debería hacer aunque se viese que se hace.Pero sobre todo el turismo sexual con menores,es algo que se debería eliminar de las cosas que hacer en un país al que se va a hacer turismo (aunque sea turismo sexual).Hay gente que al salir de viaje mete en la maleta media docena de mudas,un par de pantalones,un par de camisas,la maquinilla de afeitar y para completar el kit del buen turista también mete un plano con los sitios de interés sexual con menores resaltados con rotulador fluorescente.
Niños y niñas de países pobres,se convierten en carne de cañón y guías turístico-sexuales de prepotentes occidentales que aprovechan su mayor poder económico y falta de escrúpulos,para conseguir así satisfacer sus reprimidos deseos sexuales,prohibidos en sus países de origen.
El turismo sexual no es exclusivo de hombres (aunque sea mayoritariamente así),también es practicado por mujeres (cada vez en mayor número),pero en el caso del turismo sexual femenino,se le denomina turismo de romance...otra forma de poner el collar al mismo perro.
Ya es malo aprovechar las circunstancias que puede ofrecer un país para,que estando de vacaciones y libre de inhibiciones,uno se pase unos cuantos días atiborrado de viagra,con calcetines cómo única prenda de vestir,metido en la cama con una prostituta y sin salir de la habitación del hotel nada más que para disfrutar del buffet libre del bar de dicho hotel.Pero peor es si a quien tienes en la cama es a un niño.
Los nuevos colonizadores-sexuales occidentales,pertenecen a diferentes estratos sociales,pueden estar casados o solteros o viudos,pueden tener hijos o no tenerlos o tenerlos adoptados y pueden ser jóvenes,de mediana edad o ancianos achacosos.No hay un retrato robot para el turista sexual.Sólo su falta de ética y moral,su deshinibición vacacional y su hipocresía es el común denominador en todos ellos.
Aprovechan viajes de negocios,viajes de placer,eventos deportivos,musicales,culturales,en países del tercer mundo para dar rienda suelta a sus escondidas fantasías sexuales con menores.
Muchos de estos buscones de infantes,a sus hijos les cuentan cuentos en la cama antes de que vayan a dormir,en cambio a los hijos de la miseria,a los hijos de otros padres que viven por desgracia en países pobres y con enormes desigualdades tanto sociales cómo económicas,a esos niños los llevan a la cama pero no para contarles cuentos sino para acostarse con ellos.