sábado, 16 de octubre de 2010

"Capitalistos"

Dejan hablar,pero no escuchan.Permiten opiniones,incluso contrarias,pero sólo las permiten...de momento.
Las críticas al sistema son tomadas cómo desvaríos ilusos de locos utópicos que les provocan risa y de las que hacen mofa.
En su sistema se puede elegir "democráticamente" a partidos políticos cuyos líderes,una vez conseguido el poder,buscan el favor y el permiso del poder económico para llevar a cabo políticas que no tienen nada que ver con los deseos de la gente,ni con las promesas que hicieron a la gente que les dio su voto,pero en cambio se ajustan a la perfección y cumplen de pe a pa,los deseos de ese poder económico del que buscaron el favor y el permiso para ejercer el "poder político" por el que se presentaron a las urnas...esta "democracia" es así (o asín,que se dice también en otros ámbitos)
Todo lo que huela a izquierda,aunque ese olor sea apenas inapreciable,es automáticamente ignorado.Y si el olor es bastante fuerte a izquierda,es atacado y denostado desde las atalayas en las que ciertos periodistas y economistas se han enrocado para seguir comiendo mientras lamen la mano que les da de comer... mientras se la sigan lamiendo (tontos no son y al hambre hasta el pan duro sabe a gloria).
Crean sus normas,que todos deben seguir,cuál leyes de las tablas de Moisés,pero si algo se tuerce,no dudan en saltarse esas normas (recordemos que por ellos creadas) los primeros.Pero si alguien de fuera de su círculo de poder se salta esas normas,caen cómo perros rabiosos sobre el desdichado pecador y no cejarán en su empeño de enmendarle la plana hasta roerle totalmente todos y cada uno de sus huesos.Ellos sí,los demás no,en estas cinco palabras se resume su máxima principal.
Hay capitalistas que son los que creen en ese sistema y lo siguen y practican y luego hay capitalistos,que son los que crean,dirigen y salen enormemente beneficiados con ese sistema,su sistema,el sistema por ellos inventado.Y a mi,a riesgo de parecer repetitivo,vuelvo a decir que me gusta y prefiero la kaipiroska.