
Ya lo ha dicho el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro al presentar dichos presupuestos: "[...] estamos en definitiva...ante un ajuste, un ajuste duro, un ajuste muy duro [...]". Pero como siempre esos ajustes duros, muy duros, como dice el ministro, siempre los sienten como patadas en el estómago los de siempre, los que menos tienen. Dentro de esa batería de recortes y subidas que es dicho anteproyecto, hay un par de andanadas que son descriptivas de la política errática ( a sabiendas) que sigue el gobierno del Partido Popular.
1) Aprovechan para reducir en unos 6 millones de euros la transferencia de dinero que reciben los sindicatos. En esto supongo que mucha gente aplaudirá dicha medida, ignorando el hecho de que una buena parte de la financiación de los sindicatos proviene de las cuotas de sus afiliados y no de ese dinero recibido del estado. Un dinero recibido del estado como cualquier otra organización recibe, se llame iglesia (mayormente católica) o partidos políticos con representación parlamentaria, por poner dos ejemplos. ¿Por qué debe el estado "pagar" a los sindicatos?, se preguntan algunos energúmenos a voz en grito, mientras ven un partido de fútbol del equipo de sus amores, sabiendo que es posible tenga una deuda millonaria con Hacienda. Sarna con gusto no pica, dice el refrán.
2) Se recorta un 21% respecto al año anterior las políticas activas de empleo. Se reducirán unos 1.500 millones de euros. Con la tasa de paro que tiene el país, con su productividad por los suelos, el gobierno pretende atajar la sangría, no recortando, sino dando un hachazo a lo único que puede ayudar a crear empleo. Es como si hubiese decidido, que ahora estando colgados de un gancho ardiendo, nos sobrase una de las manos que nos mantienen agarrados al gancho. Si no tuviesen estudios superiores, diría que son unos completos gilipollas.
Pero me tranquiliza saber, que desde el BCE digan que ese presupuesto es satisfactorio y mucho más tranquilo quedo cuando además añade que se pongan en marcha dichas medidas cuanto antes que para Junio es tarde.
Desde ciertos organismos supranacionales se está pretendiendo combatir el fuego que amenaza el bosque, un fuego provocado y avivado por esos mismos organismos, con un hacha como única herramienta. El hacha derriba los árboles y por tanto el fuego no conseguirá quemar el bosque. De esta manera se consigue que solo ardan los árboles talados. Lo malo es que ese uso indiscriminado del hacha logra que el bosque desaparezca, un bosque que nos ha costado dios y esfuerzo poblar primeramente y con el paso de los años repoblar cuando, por las circunstancias, ha habido necesidad de hacerlo; y es sabido que cuando lleguen las lluvias, la única defensa contra las inundaciones es precisamente el bosque, ese bosque que ya no existirá porque lo hemos destrozado a hachazos...para combatir el fuego.
Con el asunto de la amnistía fiscal encubierta aprobada por el gobierno, está siendo parecido. Parece que hartos de que el zorro se lleve las gallinas, en lugar de poner los medios para dificultarle el saqueo gallináceo colocando vallas, alarmas sonoras o perros guardianes; el gobierno ha decidido ser consecuente con su inconsecuencia y ha propuesto como solución que se le entregue una gallina (a modo de ofrenda a los dioses parece ser) como pago o usufructo y bajo la promesa (promesa de zorro, no lo olvidemos) de respetar al resto de las gallinas del corral. Las fábulas de Esopo nos dan múltiples ejemplos sobre lo que los zorros hacen y porqué lo hacen. Algunos miembros del gobierno parecen no haber leído dichas fábulas vistos sus decretos leyes y es una pena pues son tan interesantes como la jurisprudencia, sino más.