sábado, 5 de julio de 2014

Decretolandia.

Desde hoy Sábado tenemos nuevas normas en nuestro democrático país.
La noticia, pese a pasar desapercibida por los medios generalistas, contiene la esencia de lo que el PP entiende como «maneras correctas» a la hora de gobernar. Y eso que tienen mayoría absoluta en el parlamento. Pero no les basta con eso. Si pueden evitar dar explicaciones, pese a que tengan todo a su favor, evitarán darlas. El vulgo y el populacho no merecen el tiempo que a los terratenientes de la política cavernaria les supone pararse a dar explicaciones de algún tipo a su despolitizado, desmotivado y aborregado pueblo. 
Su ramalazo autoritario, por mucho que se bañe de palabrería mentando la constitución y la democracia a todo momento, no es más que basura disfrazada de barato ambientador de retrete de estación de autobuses. El olor a orín y mierda mal desaguada persiste a poco que inspire uno fuertemente. Hay olores, que solo se van con sosa y restregando con ganas.
Se dice pronto que 172 páginas llenas de ideología marchita y favoritismo hacia determinadas empresas y colectivos como los registradores de la propiedad, que casualmente es la profesión del presidente de gobierno Rajoy, acaben por ser norma de obligado cumplimiento porque así lo quieran y deseen nuestros cabezas pensantes gubernamentales. ¿Dónde quedó la confrontación de ideas y el diálogo? Tengo la sensación que nunca jamás hubo nada de eso en los genes de la identidad populera.
El estilo de gobernar a lo anuncio de champú L'oreal "Porque yo lo valgo" no sólo nos está atrasando y retrayendo en eso de ser una verdadera democracia, sino que está sentando las bases (si no están sentadas ya) para conseguir ser alguna vez un auténtico país en el que la democracia no se quede en un simple palabro en boca de unos señores con traje y corbata sentados en un escaño, demasiado acostumbrados a sacar las papeletas que les refrendaron en las urnas a la mínima que pueden para justificar sus pobres y miserables actos de enanismo político y humano.
Piensan que todo este país les pertenece por herencia y rango. Piensan que los demás no solo debemos obedecer sin chistar, sino que además no debemos tener oportunidad ni siquiera de intentar hacerlo. Piensan que ellos son buenos y mejores... y realmente en lo suyo lo son con diferencia. Las serpientes venenosas son únicas a la hora de inyectar veneno. La serpiente del PP además procura que no tengas antídoto a mano para evitar salvarte.
Decreto va y decreto viene, el desdecretador que lo desdecrete no lo va a tener fácil. Están convirtiendo el BOE en un campo minado de trampas de efecto retardado. Desovillar tanta inmundicia-ley no va a ser tarea fácil. En el país de los decretos nadie está a salvo de ser reprendido y amonestado... excepto si eres quien los firma.