sábado, 21 de diciembre de 2013

Nasciturus

Jurídicamente es la definición del ser humano desde que es concebido hasta su nacimiento.
Supongo que los señores que hacen las leyes habrán acotado en el tiempo el concepto ese de: "desde que es concebido", y no se referirán al preciso momento en que el pensamiento, aunque éste sea fugaz y susurre a nuestras entendederas: "quiero tener un hijo", es un embrión rebotando como la bola de un pinball de neurona en neurona.
Pero seguro que también llegará ese momento, visto lo visto, en el que hasta los pensamientos serán pecado o delito, o las dos cosas a la vez ya puestos. Observando la fiebre de leyes que están imponiendo esta pandilla de seglares desde la Moncloa, cualquier día es posible que veamos algún auto de fe como lección a todos aquellos impíos y pecadores, además de delincuentes, que ensucian con sus pies el suelo de esta católica nación de España. Quemar brujas, parece ser, siempre ha agradado a Dios, y si además de brujas son abortistas, el acto de contrición es más glorioso aún.  Y si para esos futuros actos públicos de arrepentimiento, la Plaza Mayor se queda pequeña, siempre estará ese monumento a los caídos por Dios y España, como es el bonito y monumental Valle de los Caídos... caídos por Dios y por España valga la redundancia.
Dicen que el siglo XVIII fue el Siglo de las luces, pero las luces de esta gente tan australopiteca dejaron de lucir en la Alta Edad Media, allá por el año 500 de nuestra era. Desde entonces no paran de intentar llevarnos de vuelta a todos a aquella época. Aunque sea a golpe de decreto ley.
Nasciturus. La palabrita da grima. Parece el nombre del hijo no deseado de Nosferatu. Pero no. Su significado en latín es: "El que ha de nacer". Y nacerá sí o sí, según la visión medieval de nuestros próceres gobernantes. Nacerá porque lo dicen las leyes, no porque quiera la madre. Nacerá porque al fin y al cabo Dios lo quiere así. Y nuestro gobierno, mensajeros de Dios y de toda la purrela y cochambre retrógrada, así lo interpreta y así lo quiere. Sobre todo así lo quiere. Las interpretaciones están sujetas, redundantemente, a interpretaciones. Y cada cuál interpreta a su manera. El método Stanislavski de los juristas.
Todos hemos sido nasciturus en algún momento. Incluso el ministro Gallardón y los miembros del gobierno que, a puerta cerrada y mientras la policía les registraba la sede del partido en la calle Génova, sin complejos y a la luz de las velas a falta de taquígrafos de confianza, aprobaban la nueva reforma de la ley del aborto. Una nueva ley que obliga aún más a las mujeres a dejar de ser, otra vez más en la patriarcal historia de la humanidad, dueñas de sus propios cuerpos y por extensión dueñas de sus propios destinos, con la argucia y engañoso argumento de proteger el mayor valor, don sagrado lo llaman también, que tiene el ser humano que es: la vida.
Nadie duda del valor que tiene la vida. Por eso creo que son las mujeres las que tienen la capacidad de parir. Y como son ellas las que tienen esa capacidad deben ser ellas las que decidan si quieren abortar o no. Ningún juez, o político por muchos años de estudios de Derecho que tenga, ningún cura, imán, rabino o proclamado pastor de almas que no deba acuclillarse para orinar, debería emitir juicios de valor sobre este tema, pues parecen subjetivos en lugar de objetivos.
Con esta nueva reforma de la ley del aborto los curas contentos. Es de esperar que las monjas también. Y contentos también la cohorte ultracatólica de este gobierno de papanatas monacales y monjiles. Las mujeres, que al fin y al cabo son las que paren, en general quedan más desamparadas que antes. Y antes tampoco es que estuviesen especialmente protegidas. Siento decirlo, pero la suerte de ser hombre, hoy es más suerte todavía. Igualdad lo llaman en el bombo de la lotería de género.
Creer que la vida empieza en el mismo momento de la concepción, es como creer que el diseño de los ingenieros automovilísticos del último modelo de coche que tienen en mente dichos ingenieros se ha materializado y ya está aparcado en tu plaza de garaje. De ahí a creerse cualquier cosa, por posible que nos pueda llegar a parecer, hay un paso. No deberíamos olvidar nunca que, la mayoría de las veces, las perspectivas no se llegan a  cumplir. De hecho rara vez lo hacen.



miércoles, 11 de diciembre de 2013

Ego te indulto

Nuestros sacerdotes gubernamentales, imbuidos del poder divino otorgado en las urnas, han creado un pedacito de cielo aquí en la tierra. Un paraíso para todos aquellos hombres de buena voluntad que hayan defraudado, estafado, prevaricado y pertenezcan a la noble casta política, bancaria y/o económica de la milenaria Iberia. Han sacado de las entrañas del animal sacrificado, y abierto en canal, un totem llamado indulto. Que es algo así como una kriptonita judicial. Ante el indulto gubernamental no hay más que hablar. Los sacerdotes gubernamentales que representan al dios político-económico en la tierra, saben cuidar de sus hijos. Al contrario que Saturno, este dios prefiere devorar a los hijos de otros, en lugar de los suyos propios. Al fin y al cabo nadie les va a echar de menos. Para eso están las clases. Unos pringan y otros nacen para que pringuen los demás en su lugar.
La corrupción al no provocar caries, parece ser que no es una cosa grave de atajar, y por la que no hay que preocuparse en demasía. Nueve de cada diez dentistas consultados lo afirman sin ponerlo en duda. El décimo dentista aún está buscando sitio para aparcar. En cuanto lo encuentre, afirmará, también sin ninguna duda, lo que los otros nueve. 
Además los corruptos parecen buenas y honradas personas. Personas decentes cuyas biografías dirán que asistían regularmente a misa, y dejaban su asiento en el autobús a las señoras embarazadas y a las ancianas... pese a ir siempre, o casi siempre en coche oficial.
Indultando, indultando, este país se ha convertido en un chollo para cualquier corrupto que lleve prendida en su solapa la marca España. El distintivo abre despachos y en algunos casos hasta te dejan poner los pies encima de la mesa del despacho de algún juez.
La lista de indultos es interesante. Con el gobierno de don Mariano Rajoy, hace un año, ya había casi medio millar de indultos. Nada raro, pues es la media de indultos de los gobiernos, sean del signo que sean.
Nuestra inocencia e ignorancia nos tienen engañados. Eso y no fijarnos en los detalles. Si contemplamos la imagen que simboliza la Justicia, tendríamos que habernos fijado en que dicha Justicia no es ciega como creíamos. Tan solo lleva una venda. Y esta es dada a caerse depende quien sea juzgado. 
No quiero ser malinterpretado. Está bien que existan los indultos como medida de gracia. Hasta en las dictaduras más férreas existen. Lo que me deja intrigado es que la mayoría de los indultos no son explicados. ¿Cuál es el motivo que mueve a un determinado gobierno a indultar a un determinado reo? Me lo pregunto, más que nada, porque tengo la sensación de estar viendo un desfile de indultados que se han movido en las procelosas aguas del poder político y económico hasta que sus corruptelas les han salido a borbotones por las orejas y el escándalo era lo suficientemente grande como para poderlo tapar. Y ha sido entonces cuándo han comparecido ante un juez. Y ha sido poco después de comparecer ante el juez cuándo el gobierno ha decidido indultarles. No veo muchos indultados que hayan sido acusados de delitos, también del ámbito económico pero a otra escala, como son los atracadores de bancos, los tironeros, los descuideros, los carteristas, y  demás fauna del tipo "agarrar la pasta y salir por patas". Pero claro, los sacerdotes, al estar en contacto directo con Dios saben más que nosotros, simples y mortales pecadores mundanos. Hasta en el mundo del delito, según a los ojos de quién, hay clases. Y además bien diferenciadas. Ego te indulto a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Mamandurrias y martingalas olímpicas

De nuevo, y ya van tres veces, Madrid ha sido descartada como sede olímpica. Que nuestro rancio y patatero patriotismo no se venga abajo, y pensemos que nos han hecho un favor, como verdaderamente así ha sido.
Viendo los seis mil millones de euros en gastos que lleva la capital madrileña en su obsesiva obsesión de conseguir ser sede de unos juegos olímpicos, desde que a los ex alcaldes Álvarez del Manzano y  Ruiz Gallardón se les metió entre ceja y ceja tener unos bonitos y fastuosos juegos para uso y disfrute de la ciudadanía, hasta la actual alcaldesa señora Botella, colocada en el puesto por unos méritos que se nos escapan a la plebe y chusma de esta ciudad, esta última decepción olímpica debe hacer pensar a los encargados de meternos en estos berenjenales, que ya vale de hacer el tonto, y más con el dinero del contribuyente. Desde 1993 llevamos intentando conseguirlo. ¿Envidia de Barcelona 92? ¿Cabezonería a la española? ¿Tontuna congénita?
La idiotez supina de nuestros gobernantes sí que es olímpica y de la de pillar podio. Hasta medalla podríamos ganar en estupidez política. Para la ciudad de Buenos Aires fueron, sin reparar en gastos, la flor y nata de los prebostes patrios para apoyar la candidatura española. Esta vez se las prometían muy felices, todos ellos firmes y fanáticos creyentes de la lógica y razonable aserción de que a la tercera va la vencida. Desde nuestro  príncipe Felipe y su esposa la princesa Letizia, pasando por la alcaldesa de Madrid, el presidente de la comunidad madrileña Ignacio González, y nuestro televisivo y plasmático presidente de gobierno señor  Rajoy, regalaron sonrisas, apretones de manos, besos y abrazos a todo aquel que tuviese voz y voto para que Madrid fuese elegida. Parecía que con eso, los dos millones de euros que nos ha costado contratar a Terrence Burns como asesor para conseguir los juegos, y el tener el 80 % de las instalaciones deportivas construidas, sería pan comido... pero ni aún así. Al final ha sido Tokio quién se ha llevado el gato al agua. El COI ha preferido la radiactividad de Fukushima, a la alegría, el desparpajo y el relaxing cup of café con leche de Madrid. Hasta Estambul, la otra candidata, considerada como el rival más débil de las tres ciudades que optaban a ser organizadoras de los Juegos Olímpicos 2020, nos ganó por la mano.
Estas ceremonias para elegir la candidatura de los Juegos Olímpicos cada vez se me parecen más al rancio y ridículo festival de la canción de Eurovisión. El exceso de sonrisa profiden en todos los rostros, las imposturas de los organizadores, y la inocente estupidez de sus concursantes llegan a provocar incontenibles náuseas. Y luego las lágrimas, lamentos e histeria desoladora al conocer la derrota, hacen que la vomitera sea inminente. Me pregunto que hacemos ahí optando a nada.
No nos rasguemos las vestiduras por no poder acoger (palabra extraña en el contexto olímpico-político-económico que se mueve entre las bambalinas del COI) los siguientes juegos. Si lo pensamos fríamente, a los únicos que les ha contrariado no poder disfrutar de tan fraternal y deportivo evento mundial, es a los comisionistas de turno y a las grandes empresas constructoras que aún tienen toneladas de cemento y ladrillo a los que dar salida.
A cambio hemos ganado, y esta vez sí que ese "hemos" es el referido a todo el conjunto de la ciudadanía, librarnos de un gasto innecesario en el momento de crisis actual, que habría dejado en purrela los 6.000 millones de euros gastados ya, la tranquilidad necesaria para poder centrarnos en los asuntos verdaderamente importantes que asfixian al país, y que ésta sea la puntilla necesaria para que la posible construcción del mega proyecto Eurovegas no se lleve a cabo. Al final va a ser verdad aquello de: "Dios aprieta pero no ahoga".
Pero no lloremos, ni nos desconsolemos, ni mucho menos tiremos la toalla ante lo que algunos empiezan a ver como una conjura internacional contra la sacro santa España, vistos y oídos algunos de los comentarios y discursos de nuestros olímpicos compatriotas. Oyéndoles parece que nos han vuelto a birlar  Gibraltar.
Tranquilidad, es posible que nuestra insigne camarilla empresarial y gobernante, ya estén pensando en que no hay dos sin tres, ni tres sin cuatro. ¿El último para las del 2024?

jueves, 1 de agosto de 2013

El gato de escayola

Cada vez está más claro. No es que don Mariano Rajoy sea un dron, es algo más básico y elemental. Algo sin tanta tecnología de por medio. Nuestro presidente es un gato de escayola. Hay paragüeros a los que les late con más fuerza el corazón. Nuestro presidente ni siente, ni padece... ni tiene previsto hacerlo a corto y medio plazo. Respecto al largo plazo, tengo mis dudas. Tiene cuerda para rato, pese a que no usa pilas. Es clásico y elemental hasta ese punto.
Hoy, don Mariano Rajoy, se ha dignado (un tanto indignado, cosa que tiene guasa) a dar algunas explicaciones sobre su relación con el extesorero del PP Luis Bárcenas, actualmente en prisión, y la financiación irregular de su partido. Ese partido conservador y católico, vamos, de derechas de toda la vida, que se propone cómo ejemplo de españolismo, decencia y honradez. Palabras estas que se venden por cuatro perras en el mercadillo político.
Don Mariano ha dado unas explicaciones que no han explicado nada. Nada raro a poco que se le conoce.
Tras empezar recordando a las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela, por aquello de que se vea que no todo se la debe de traer floja (pese al corta-pega del pésame oficial que mandó desde Moncloa), empezó a leer su guión punto por punto, hasta el extremo de leer hasta los apuntes "fin de la cita" escritos en sus papeles. Me parece que al personaje (pues está empezando a dejar de ser persona) de Rajoy le están empezando a colgar las etiquetas con el precio en los trajes que le compran.
Decidí seguir su discurso por la radio. A los cinco minutos de empezar a oír su discurso, "fin de la cita" incluidos, me tenía rendido a sus pies. Dormido como un leño, pero a sus pies sin duda alguna.
Tras semanas pidiendo que dijese algo para aclarar este asuntillo de los sobres con dinero negro que se repartían por los despachos de la calle Génova, don Mariano Rajoy, preparado cuál duelo en el OK Corral, retó al resto del arco parlamentario para hoy 1 de Agosto, fecha en la que la mayoría de los habitantes-contribuyentes de este país coge sus vacaciones estivales. A unos cuantos cientos de miles de ciudadanos, estas declaraciones tan esperadas del presidente, les pilló repostando en una gasolinera mientras continuaban su viaje hasta sus destinos estivales. A otros les pilló sentados y adormilados en un autocar, escuchando música por los cascos del iPod, rumbo a la playa.
El lugar iba a ser en un principio en el propio Parlamento, pero debido a unas obras de remodelación (ya es casualidad) que se están llevando a cabo en el Congreso, el lugar se cambió por el Senado. Así de paso se le da algo de uso práctico a tan magno lugar. No hay mal que por bien no venga. Si al final todo acabará teniendo su porqué.
En resumidas cuentas: aquí no ha pasado nada. Don Mariano dice que cometió un error y ya está. Exactamente la frase de marras, y que tiene su miga, es esta: "Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no de encubrir a un presunto culpable". Frase que si no me dicen que es don Mariano quién la expresa, creo que sale de boca del sagaz abogado Ironside.
Quitando el latiguillo famoso que puso de  moda el Rey, y que hace furor entre los altos cargos para quitarse marrones de encima y así poder irse de rositas, yo me quedaría con lo fundamental de su discurso, y que es a su vez el núcleo principal del pensamiento conservador de nuestro presidente. Eso se concentra en la siguiente frase: "No voy a dimitir y no voy a convocar elecciones anticipadas". ¡Ahí queda eso! Que si el matrimonio es hasta que la muerte nos separe, los mandatos son hasta que se agota la legislatura. Y al que no le guste que emigre, que el mundo es muy grande.
¿Qué se puede esperar de un gato de escayola? Algunos igual esperaban que maullase... Ingenuos...

viernes, 12 de abril de 2013

Por la Tercera República

Gracias monarquía, por hacernos creer cada día que pasa, un poquito más y con más fuerza en la República.
El sentimiento republicano parecía reducirse a meros llantos y lamentos invadidos por la nostalgia, de un pequeño y mal avenido grupo de derrotados y vencidos, envidiosos y malencarados con mal perder, además de rojos y ateos.
Pero hoy, gracias a la ayuda inestimable y la actitud prepotente de la podrida monarquía parlamentaria en la que vivimos, esa República parece estar más cerca y ser más real que nunca.
Una monarquía que el pueblo mandó al exilio en 1931. Una monarquía que no se tomó la molestia de consultar al pueblo si podría volver en 1975. Una monarquía que nació bajo palio, bajo ese mismo palio que al dictador y golpista Francisco Franco le gustaba caminar desde 1939, hasta su plácida muerte en la cama de un hospital madrileño de la seguridad social, rodeado de sus más íntimos y seres queridos, amén de pelotas lameculos y demás vividores de aquel régimen dictatorial impuesto a sangre y fuego, que exterminó y asesinó a miles de personas al considerarlas un cáncer para el país. Una monarquía que de puro anacrónica y caduca, tiene tanto sentido cómo pretender volver a vivir colgados de los árboles, porque ahí es dónde vivían nuestros antepasados.
El 14 de Abril, los republicanos de razón y corazón, conmemoramos aquel ideal que se truncó por los intereses egoístas de aquellos que, llamándose a sí mismos patriotas, siempre han hecho y desecho a su antojo en este país, mirando tan sólo por sí mismos y su único y exclusivo bienestar, a costa siempre y exclusivamente de la mayoría trabajadora y empobrecida de este país. Cada 14 de Abril conmemoramos, y esperamos celebrar el nacimiento de la Tercera República. Cada día que pasa nos acerca más a ese ideal que algunos llevamos cómo bandera. Pero la República no viene sola. La República debe ser traída por y con el consenso de la mayoría natural de los que habitamos este país. Y la mayoría natural de este país, por si alguien aún no se ha dado cuenta, son los trabajadores. Esa palabra de los que muchos parecen avergonzarse y a la que la modernidad parece haber relegado al arcón de lo "out". La República debe estar dirigida por los trabajadores para que sea una auténtica República democrática e igualitaria.
Debemos sentirnos y ser republicanos para lograrlo. Pero también debemos saber, y ser conscientes, que la restauración republicana no acabará de golpe y porrazo con los problemas que nos asfixian a todos. Debemos saber que la República no es la panacea que tiene cura para todos los males con sólo beber un trago de una pócima misteriosa. Debemos saber que la República, especialmente si no hay voluntad de ello, no cambiará de la noche a la mañana las actitudes egoístas con las que convivimos actualmente. Debemos saber que la República nacerá con problemas y algunos de ellos, serán muy difíciles de resolver. Pero debemos saber, cómo saben los bebés recién nacidos al cogerse y mamar de los pechos de sus madres (pues tontos no son), que la República es el camino correcto, el camino lógico, y el camino natural que el país y sus gentes deben seguir.
¿De verdad alguien en su sano juicio puede creer que el orden natural es: unos arriba (pocos, y elegidos por nacimiento) y otros abajo (la inmensa mayoría que no tenemos dónde caernos muertos)? ¿Unos mandan y otros obedecen? ¿Unos deciden y otros acatan? 
Quien alguna vez  dirija (siempre temporalmente y por consenso amplio) debe antes haber sabido ser dirigido, y debe saber que, en breve, dejará de dirigir y volverá a ser dirigido. El problema de los mandones, es que tienden a convertirse en abusones, y particularmente, odio a los abusones.
La República está obligada a dar a todos los mismos derechos y las mismas oportunidades, y todos debemos tener con la República las mismas obligaciones. Si esto no es así, estamos jugando a cosas distintas.

¡Salud y República!

sábado, 16 de marzo de 2013

Papa electus

La teocracia vaticana, acaba de concluir un cónclave del que ha salido elegido un nuevo Papa.
115 cardenales reunidos a puerta cerrada han llegado a la conclusión que, las sandalias del pescador deben calzar los pies de, el antes cardenal, Jorge Mario Bergoglio, que a partir de ahora será conocido como Su Santidad Francisco. Sin el número I romano con el que le nombran la mayoría de los medios de comunicación. Por lo visto, según la Santa Sede, si más adelante (y Dios mediante) hay un Francisco II, entonces Jorge Mario Bergoglio, pasará a denominarse Francisco I. No añadamos palitos a los nombres tan alegremente, o esperemos a que dichos palitos sean oficiales al menos.
De este nuevo Papa, que ante el aluvión de críticas provocadas por la "izquierda anticlerical", según dice el Vaticano, por su polémico pasado, un pasado bastante laxo con la dictadura argentina del general Videla; se sabe que a parte de argentino, es jesuita y le gusta el fútbol. 
Con estas tres cosas, doy por seguro que millones de fieles católicos, se darán por contentos. El pasado, pasado está. Y el que no tenga uno del que avergonzarse que tire la primera piedra. Cosa que puede parecer perfecto, si hablamos del repartidor de periódicos, en lugar del rey de Roma. Pero será por esas cosas que tienen las religiones, que pese a decir que ellas se ocupan del estado del alma y de la relación de los hombres con Dios (y he de suponer que también de las mujeres), la sensación que me queda, y que los hechos me demuestran, es que el alma les sabe a poco a dichas religiones, y quieren "un completo con final feliz" . Alma y cuerpo. Y ya metidos en faena, poder y riqueza. Y es por esto, por lo que yo, un ateo sin vergüenza (no confundir con sinvergüenza), me lanzo a criticar algunas noticias religiosas. Más cuándo estas atañen al máximo dirigente de una fe. A los Imam, (por decir otros profesionales de la fe con millones de fieles) debido a diferencias culturales y horarias, aún no he tenido oportunidad de hacerles una crítica constructiva. Pero como todo en la vida, se andará. Aunque creo, que tampoco son muy de encajar críticas.
De cualquiera de las maneras, al puñado de ateos y agnósticos que perdemos el tiempo hablando de las religiones, no nos debe sorprender estas elecciones papales. Entra dentro de la más pura lógica irracional de sus creencias y actitudes ante lo que ellos consideran vivir una vida en paz y en gloria de Dios. 
Este Papa, como todos los anteriores (exceptuando, tal vez, a uno llamado Juan Pablo I, así a bote pronto que recuerde) hará lo que se espera que haga. Ni nada más, ni nada menos. La maquinaria no puede pararse tras más de dos mil años de perfecto funcionamiento. Si ha funcionado hasta aquí, ¿por qué cambiar? 
El ser humano pese a ser una caja de sorpresas, es a su vez un saco repleto de miedos, y mientras estos sigan atemorizándonos, unos cuantos cardenales seguirán juntándose cuando toque (o Dios quiera) para seguir eligiendo un nuevo rey al que poder venerar y besar el anillo. Al fin y al cabo a Cristo no le colgaron de una cruz para nada.

[*] Imagen: filmin.es




martes, 5 de febrero de 2013

Mr. Potato

En el laboratorio de ideas de la FAES, estan intentando crear, desde hace tiempo, un líder que pueda llevar a la práctica sus "prácticas" ideas.
Esas recetas que a la clase trabajadora nos sabe a amargo aceite de ricino, es un purgante de efectos desastrosos para nuestros organismos obreros.
Como doctores Frankenstein, inoculan peligrosos virus a la población, cuyas vacunas quedan fuera de nuestro alcance. Se escudan en sus másteres económicos, colgados y enmarcados en las paredes de sus tenebrosos laboratorios, para convencernos que sus políticas, no solamente son necesarias sino que son las únicas posibles. Siendo esto malo, lo peor es que a una parte de la población logran convencerla y estos les ayudan en su contagio al resto de sus iguales.
El doctor Víctor Frankenstein, personaje ficticio creado por la escritora Mary W. Shelley, logró crear un ser a partir de retazos de cadáveres robados de los cementerios, al que luego dio vida. Su creación fue un puzzle humano que acabó siendo destruido por las aterrorizadas gentes del lugar.
España, quitando algunos escritores románticos de la época de Bécquer, no se ha prodigado especialmente en literatura fantástica y de terror, y tal vez debido a eso, nos falta altura de miras a la hora de crear nuestros propios monstruos particulares y patrios.
Parece que a esos creadores de monstruos de la FAES, el actual presidente/residente del gobierno Mariano Rajoy, no les ha gustado (por defecto y lentitud) las medidas contra los trabajadores que a impuesto desde su gobierno a golpe de decreto y mayoría rodillo-parlamentaria. Así que se han puesto a echar una mano con el aluvión de críticas que amenazan con tirarlo del pedestal de la Moncloa en el que las urnas le pusieron hace poco más de un año. Desde prácticamente la totalidad de los medios de comunicación cavernarios y ultrareaccionarios de los que es propietario la derecha política (y económica) de este país, le están haciendo la vida imposible, al salir a la luz su nombre (entre otros cuantos más dirigentes del partido, la mayoría de estos afines a Rajoy) en la lista que el tesorero del PP Luis Bárcenas, dicen que anotó de su puño y letra. Y esta "autocrítica" en forma de crítica al presidente de su partido y del gobierno, no solamente es rara e inusual, sino que además es desconcertante.
Tengo la impresión que desde los oscuros y siniestros laboratorios de la FAES, los aprendices de Frankenstein, están intentando crear un nuevo Prometeo versión neo y ultraliberal, no para darnos el fuego de los dioses y así ayudar a la humanidad, sino más bien para, gracias a ese fuego, aprovecharse y doblegarnos y esclavizarnos aún más de lo que estamos. Pero tengo una pequeña esperanza aún en nuestra capacidad de organización y lucha, que aunque a veces parezca esconderse como las pelotillas de nuestros ombligos, siempre acaba por salir y dar la cara. Esto es España y aquí somos mucho de ir tirando con las pelusas del fondo de nuestros bolsillos, y de esta filosofía alternativa de la vida, no se libran ni los científicos frankensteinianos.
Sí, es bastante probable que estén a punto de sacar a la luz su nuevo monstruo. Un monstruo que llevará la sombra de las cejas del ministro de Justicia Ruiz Gallardón, la sombra del bigote del expresidente Aznar, y el cutis mañanero sin maquillar de la presidenta del PP madrileño Esperanza Aguirre. En definitiva, veremos cualquier día de estos asomado al balcón de la sede popular en la calle de Génova, un Mr. Potato ultrapijo y ultraliberal, con acentuados tics fascistas, al que, dependiendo la reacción de sus votantes, irán cambiando las piezas que a sus ojos no encajen del todo en sus intereses.
O eso, o pondrán directamente al espantapájaros de Aznar, o a la calabaza de Aguirre, para asustar a las hambrientas y famélicas bandadas de pájaros que amenacen sus cosechas particulares y parceladas, expropiadas con engaños hace siglos a sus legítimos propietarios, que, casualidad de casualidades, son esas mismas hambrientas y famélicas bandadas de pájaros que amenazan "sus" cosechas. El mundo es un sucio pañuelo en el que en cada pliegue se esconde un Mr. Potato dispuesto a ser famoso.

sábado, 26 de enero de 2013

Morados rojigualdas

Bandera de conveniencia bajo la que juran lealtad grandes patriotas. Besan su color con avidez y lujuria, y al amparo de su calor y abrigo, guían y viven sus vidas. Papel moneda que todos aceptan sin preguntar procedencia. Limpio o sucio, blanco o negro, dinero, es dinero, y dinero llama a dinero. Quevedo lo expresó mejor, no cabe duda.
Todas las historias se dividen en tres partes. Origen, nudo y desenlace. La historia de la corrupción en la que está metido el PP, está ahora en su nudo, y este nudo no es gordiano. Se puede (y se debe) desatar.
Los medios de comunicación informan del caso Bárcenas, la financiación ilegal del partido y los sobres de dinero negro entregados a personas de confianza del PP, entre otras más cosas. Esta historia, aún no ha llegado a su desenlace o final, suponiendo que algún juez consiga cerrar el caso, pero lo que sí parece saberse sin lugar a dudas, es su origen.
El origen está claro que es la, tan humana, avaricia. Y eso, dicho así, es como decir las verdades del porquero. Pero por muy verdad que sea, a poco que tengamos un mínimo sentido crítico, esta verdad, al menos no solo esta, no nos vale.
Parece que fue ayer cuando en Noviembre del 2007, el hoy exconcejal del ayuntamiento de Majadahonda, y miembro del PP, Jose Luis Peñas, presentó una denuncia por corrupción contra personas de su propio partido ante el juzgado. Para que no le tomasen por loco, o por imbécil, decidió acompañar su denuncia con 20 horas de grabaciones en cintas de casete, en las que salen, no muy bien paradas, las voces de distintas personas relacionadas con dicha denuncia. A partir de aquel momento, y comprobando que aquello no era una simple vendetta entre excamaradas de partido, la investigación de las autoridades empieza a dar unos frutos que dejan asombrado a los propios investigadores en primer lugar, y luego a los distintos juzgados por los que pasa la causa en siguiente lugar. Parece ser que la frase "aquí hasta el más tonto hace relojes", encaja con todo su significado en la trama de corrupción que asfixia al PP.
Intentar desenmarañar el hilo de Ariadna de dicha trama, llevará su tiempo y tendrá que salvar muchísimos obstáculos, pero si los investigadores y los jueces no pierden el hilo que ahora tienen cogido por uno de sus extremos, saldrán de ese laberinto, creado exprofeso para uso y disfrute de unos cuantos malnacidos y sinvergüenzas trajeados y bien acicalados, que nos abofetean con su soberbia, a la vez que nos dan lecciones de su patriotismo.
A raíz de aquella denuncia, se está destapando la trama Gürtel, que es, se pongan como se pongan los medios cavernarios y reaccionarios de la extrema derecha, que tan bien y tan ricamente vive en este país "democrático", el mayor escándalo de corrupción política y económica que ha habido en el país en sus escasos años de "libertad" y "democracia". Posiblemente hasta supere a cualquier otro escándalo político-económico que haya habido en su tan añorada dictadura franquista, como pudiera ser el caso Matesa, que hizo temblar hasta los cimientos del Opus Dei. 
Lo bueno, para los investigadores, es que desde este hilo, pese a estar extremadamente retorcido y embrollado, se puede sacar más de lo que parece (y lo que parece es mucho). Puede explicar con claridad muchas decisiones a nivel político, judicial y económico que se han ido tomando desde hace lustros en todos los sitios en los que ha gobernado el PP.
La función, el asombro y las sorpresas, no han hecho nada más que empezar. Estamos en ese punto en el que la obra nos descubre a los personajes y sus motivaciones, la trama está en su punto álgido, y observamos con la boca abierta desde la oscuridad de nuestra platea, como todo adquiere sentido ante nuestros ojos, pero falta el desenlace final, falta el bofetón que recibiremos y nos dejará tan aturdidos que no sabremos si hay que levantarse para aplaudir, o salir de estampida porque todo se viene abajo. Los finales nunca dejan indiferentes, y menos aquellos que nadan en dinero, dinero negro, de procedencia oscura, pero dinero.








viernes, 11 de enero de 2013

Algo más que la paja en ojo ajeno.

Es difícil no hablar de la situación en la que se encuentra este país. Intento pensar en otras cosas, pero no hay nada que hacer, es imposible. Cada día el gobierno nos sorprende con una nueva vuelta de tuerca a su necedad y nos obsequia con un nudo más apretado en nuestras gargantas. La situación a la que nos lleva este gobierno del PP es de las más angustiosas que podíamos jamás imaginar. Independientemente de "herencias recibidas" que parecen no serlo tanto, lo que estamos viviendo actualmente, es un revival caduco, mohoso y marchito de consecuencias nefastas para nuestro futuro. Leer o escuchar las declaraciones y "explicaciones" de cualquier miembro del gobierno, es como visionar de nuevo los noticiarios y el NO-DO del antiguo régimen.Y por régimen me refiero a la dictadura franquista, no a una dieta a base de alcachofas hervidas.
Ver que la única salida a esta situación de desastre económico e institucional total en el que estamos metidos (o más bien nos han metido, los mismos que ahora piden que arrimemos el hombro en grácil armonía unos con otros), es la de empobrecer hasta la casi esclavitud a una amplia parte de la población, desmantelando toda labor protectora del estado para las clases trabajadoras, y además estar ciego ante las verdaderas (y ruines) causas que han provocado este desastre, no es simplemente ver la paja en ojo ajeno y no ver la viga en el propio, es algo más meditado, estudiado y planificado. Todas estas acciones, que desde los distintos ámbitos de poder acometen y aplican los miembros del PP, es pura ideología. Ideología reaccionaria hispánica que jamás se ha sacudido el pelo de la dehesa, cosa que por otra parte les enorgullece, parece ser.
Machacaron durante años, diciendo que ya no hay ni derechas ni izquierdas, se subieron al carro "democrático" para gritar a los cuatro vientos que ya no existen las ideologías, pero una vez adormecidas convenientemente las voces de los trabajadores, desmantelada casi por completo su conciencia de clase, entonces han visto el camino allanado para implantar su visión política de como debe ser un país y como deben ser tratados todos aquellos que no pertenecen a su casta.
Esto que estamos viviendo, es algo más que ver la paja en el ojo ajeno. Esto es una bukake facial protagonizada por los miembros con cargos y responsabilidad en el Partido Popular, sobre la democracia y el estado de bienestar más básico y elemental. ¿Cuál será su próxima filia sexual de la que seremos víctimas? ¿Lluvia dorada sobre nuestras cabezas en forma de txirimiri? ¿Masturbarse mientras nos obligan a realizar actos coprófagos con sus excrementos?
No es muy agradable y no quiero ser el juguete sexual de ningún pervertido por muy señor de derechas, felizmente casado y de comunión diaria que sea. Lo siento. Me niego y grito ¡NO! Me rebelo ante tanta perversión, sandez, necedad, cinismo y ruindad con las que nos ametrallan a diario desde sus púlpitos parlamentarios, alcaldías, concejalías y demás regalías de las que se han apropiado. Ya lo dice la expresión: "No hay peor ciego que aquel que no quiere ver", pajas y vigas a parte.