viernes, 11 de enero de 2013

Algo más que la paja en ojo ajeno.

Es difícil no hablar de la situación en la que se encuentra este país. Intento pensar en otras cosas, pero no hay nada que hacer, es imposible. Cada día el gobierno nos sorprende con una nueva vuelta de tuerca a su necedad y nos obsequia con un nudo más apretado en nuestras gargantas. La situación a la que nos lleva este gobierno del PP es de las más angustiosas que podíamos jamás imaginar. Independientemente de "herencias recibidas" que parecen no serlo tanto, lo que estamos viviendo actualmente, es un revival caduco, mohoso y marchito de consecuencias nefastas para nuestro futuro. Leer o escuchar las declaraciones y "explicaciones" de cualquier miembro del gobierno, es como visionar de nuevo los noticiarios y el NO-DO del antiguo régimen.Y por régimen me refiero a la dictadura franquista, no a una dieta a base de alcachofas hervidas.
Ver que la única salida a esta situación de desastre económico e institucional total en el que estamos metidos (o más bien nos han metido, los mismos que ahora piden que arrimemos el hombro en grácil armonía unos con otros), es la de empobrecer hasta la casi esclavitud a una amplia parte de la población, desmantelando toda labor protectora del estado para las clases trabajadoras, y además estar ciego ante las verdaderas (y ruines) causas que han provocado este desastre, no es simplemente ver la paja en ojo ajeno y no ver la viga en el propio, es algo más meditado, estudiado y planificado. Todas estas acciones, que desde los distintos ámbitos de poder acometen y aplican los miembros del PP, es pura ideología. Ideología reaccionaria hispánica que jamás se ha sacudido el pelo de la dehesa, cosa que por otra parte les enorgullece, parece ser.
Machacaron durante años, diciendo que ya no hay ni derechas ni izquierdas, se subieron al carro "democrático" para gritar a los cuatro vientos que ya no existen las ideologías, pero una vez adormecidas convenientemente las voces de los trabajadores, desmantelada casi por completo su conciencia de clase, entonces han visto el camino allanado para implantar su visión política de como debe ser un país y como deben ser tratados todos aquellos que no pertenecen a su casta.
Esto que estamos viviendo, es algo más que ver la paja en el ojo ajeno. Esto es una bukake facial protagonizada por los miembros con cargos y responsabilidad en el Partido Popular, sobre la democracia y el estado de bienestar más básico y elemental. ¿Cuál será su próxima filia sexual de la que seremos víctimas? ¿Lluvia dorada sobre nuestras cabezas en forma de txirimiri? ¿Masturbarse mientras nos obligan a realizar actos coprófagos con sus excrementos?
No es muy agradable y no quiero ser el juguete sexual de ningún pervertido por muy señor de derechas, felizmente casado y de comunión diaria que sea. Lo siento. Me niego y grito ¡NO! Me rebelo ante tanta perversión, sandez, necedad, cinismo y ruindad con las que nos ametrallan a diario desde sus púlpitos parlamentarios, alcaldías, concejalías y demás regalías de las que se han apropiado. Ya lo dice la expresión: "No hay peor ciego que aquel que no quiere ver", pajas y vigas a parte.