Este país siempre ha sido dado a demostrarse así mismo que tiene testosterona de sobra para dar y tomar. Desde el lema, antaño cotidiano: "la letra con sangre entra", hemos llegado al actualizado: "las leyes, mis leyes, a porrazos se cumplen".
Hay un grupo policial que, cada vez más, se asemeja a ciertos grupos para-policiales que campaban a sus anchas por las calles, comisarías y cloacas de este esperpéntico país. La U.I.P. (Unidad de Intervención Policial), en cada una de sus actuaciones, parecen querer emular a dichos grupos parafascistas. No hay actuación policial de dicha unidad que no vaya acompañada de polémica. Que vaya acompañada también de alguna desgracia irremediable, será lamentablemente, cuestión de tiempo.
¿Tan difícil es tener una policia respetuosa y eficiente, que cumpla la máxima esa que suelen lucir orgullosos muchos de sus miembros, que dice: "proteger y servir al ciudadano"?
Entiendo que piensen (con razón) que en un futuro (cierto, probable y posible), en que este sistema vejatorio, humillante y esclavizante en el que vivimos, sea sustituido por un sistema socialista en el que los trabajadores lleven las riendas de sus propios destinos, su profesión será tan obsoleta e innecesaria como es hoy la de los deshollinadores, pero no se lo deberían tomar como algo personal. Tendrán que adaptarse, como tendrán que hacerlo quienes piensan que esto que vivimos hoy, es la única forma de vida (especialmente para ellos y sus intereses personales) que pueda existir.
Ellos mismos se están convirtiendo en enemigos de los que mañana tendrán en sus manos el pan y la fuerza. Y la clase trabajadora, puede perdonar, pero lo que no hace, es olvidar. No olvida a quienes usaron el látigo para intentar doblegarlos, sean estos, amos, capataces o simples perros guardianes.
Por cierto, ante la grave crisis que vivimos y ante los recortes en todos los apartados sociales que impone el gobierno del PP como en sanidad, educación, investigación, desarrollo, etc...; la única partida presupuestaria que no solo no ha sufrido recortes, sino que ha experimentado un incremento espectacular, ha sido la partida para comprar material antidisturbios. El gobierno del PP, rácano como él solo para soltar los euros para ayudar a las miles de familias hipotecada con los bancos, por ejemplo, o para aumentar el gasto en la educación de nuestros hijos, que serán el futuro de este país; se nos descubre como un generoso, espléndido y derrochador administrador, al aumentar en un 1780% el gasto para material antidisturbios. Sí, han leido bien, un mil setecientos ochenta por cien más, que nuestros gobernantes están dispuestos a desembolsar para gasearnos, aporrearnos y detenernos... eso sí, en caso que protestemos y nos manifestemos. La noticia aquí.
Está claro lo que para este gobierno es realmente indispensable y lo que es fácil y completamente prescindible. Deberíamos tenérselo en cuenta y tomar nota de ello.