domingo, 15 de julio de 2012

Misterio en la Catedral de Santiago

Otra caso estilo novela del género thriller eclesiástico ha salido a la luz. Este, al contrario del de las monjitas del convento de Santa Lucía, se ha aclarado y ha tenido un final feliz...o eso parece a simple vista.
Hace un año desapareció de la Catedral de Santiago de Compostela el Códice Calixtino, (Codex Calixtinus) un manuscrito que data del siglo XII. Su deán era el encargado de custodiarlo, aunque según se ha sabido en el transcurso de las investigaciones, custodia no es precisamente la palabra que mejor define la forma en que se salvaguardaba dicho Códice. Un día, el deán haciendo su ruta catedralicia para comprobar que todo estaba en orden, se percató que no estaba el antiquísimo y valioso manuscrito en su habitual urna de cristal dónde era mostrado a gente a la que exclusivamente el deán daba su visto bueno para poder verlo. Dando la voz de alarma fue llamada la policía que se puso de inmediato manos a la obra para esclarecer la desaparición. El deán no supo decir cuando podía haber sido robado pues no tenía idea de la última vez que vio el Códice, pero enseguida se sospechó de alguien de dentro o del entorno de la Catedral. Una de las pistas para opinar así fue porque no se forzó ninguna entrada y además se encontraron las llaves puestas en la cámara acorazada dónde se custodiaba el Códice tras el suceso. O el intruso tenía acceso a dichas llaves o se las encontró puestas en la misma puerta. Un robo, o mejor dicho un hurto, limpio.
Pudiera parecer que Fantomas, Arsenio Lupin o Erik el Belga estuvieran detrás de dicha desaparición, pero la realidad, como casi siempre, acaba superando a la ficción. Después de un año de investigación policial a cargo de la Brigada de Patrimonio Histórico el culpable ha sido detenido y el Códice recuperado y devuelto a la Catedral.
En la ceremonia de dicha devolución, televisada y publicitada a bombo y platillo, el presidente del gobierno don Mariano Rajoy fue el encargado de devolver a la iglesia, representada por el deán de la Catedral de Santiago, el famoso Códice en un acto que además de falso y politizado, era digno del teatro amateur en su versión más cutre y vomitiva, sin hablar de lo que toquetearon, sin las debidas precauciones y a la vista de todo el mundo, el antiquísimo libro antes de devolverlo a su urna de cristal.
El autor del hurto, uno de los principales sospechosos desde el primer día, resultó ser un electricista que trabajó en la Catedral durante 25 años. Dice que lo hizo por venganza, aunque por lo que se ha sabido que se estuvo llevando y lo que hizo con lo sustraído más que un hurto parece el impulso irrefrenable de un cleptómano.
Encontraron el Códice en una bolsa de basura en un garaje propiedad de dicho electricista en la localidad de Milladoiro, cerca de Santiago de Compostela. Junto a él detuvieron a su mujer a su hijo y a la novia de su hijo, aunque ahora estos están en libertad sin cargos pues el juez que lleva el caso piensa que no tienen nada que ver y que no sabían lo que había hecho el marido, padre y posible suegro de tales personas.
Pero la noticia de la que apenas se habla tras la recuperación del manuscrito, es de lo que se encontró al electricista en el susodicho garaje de Milladoiro y en otras propiedades de la zona que están a su nombre. La recuperación del Códice es una alegría para todos, pero esa alegría queda ligeramente empañada por lo que ha descubierto la policía al detener al culpable. Resulta que encontraron en diversas bolsas de plástico 1,2 millones de euros, unos 30.000 dólares, además de diversos objetos, aunque sobre los objetos hay dudas que procedan de la Catedral. Según el juez, aunque una parte del dinero pueda proceder de los trabajos de electricista que realizaba el detenido, la inmensa mayoría de ese dinero parece haber sido sustraído de la Catedral. Y para enmarañar algo más este asunto, hace apenas unas horas se ha encontrado en una de sus propiedades una maleta conteniendo 600.000 euros.
A mi la verdad me parece mucho dinero robado de los cepillos de la Catedral, por muchos años que viniese metiendo mano a los cepillos. Y me parece muy curioso que a la Catedral la hayan desaparecido casi dos millones de euros y no lo hayan denunciado, porque enterarse estoy seguro que se enteraron. ¿Cuánto dinero en líquido manejan en dicha Catedral? Las cifras marean un poco y no es debido al olor del botafumeiro. ¿Qué control contable llevan en dicha Catedral? ¿Es acaso un dinero oculto al fisco? Si es así, ¿eso no es pecado, además de delito? ¿Les parece poco dinero el que reciben del estado? ¿O es que les parece poco el dinero que se ahorran de pagar debido a los privilegios fiscales de los que disfrutan?
Ya sabemos que la Iglesia cuando la interesa se acoge a las leyes divinas, ninguneando las terrenales. Pero es que absolutamente todas sus iglesias, monumentos, edificios y catedrales, pese a glorificar la divinidad de Dios, ocupan y están construidas en espacios terrenales que además son públicos.
Entre oración y oración es aconsejable bajar los ojos y mirar el suelo para darse cuenta que aunque, según ustedes, Dios esté ahí arriba, las personas estamos aquí abajo y lo razonable es cotizar en función de lo que cada uno buenamente posee. Llámenme comunista y descreído ateo insolente, además de bajito, calvo y barrigón si lo desean, pero lo que es justo, además de serlo a de parecerlo. Tal como se exige a la mujer del César, ni más ni menos.