Proteger,servir ...y acojonar en cuanto se puede

Ya no sólo debemos tener cuidado de los malos,sino que no debemos perder de vista tampoco a los buenos por si nos la meten doblada.
La policía eslovaca,sin encomendarse ni a dios ni al diablo(¿para qué?,habrán pensado),escondió 9 explosivos en 8 maletas elegidas al azar para ver si la seguridad en un aeropuerto era la adecuada.Los perros detectaron los explosivos y los agentes los retiraron...menos un explosivo que se les olvidó en la maleta de un electricista eslovaco residente en Irlanda.
El electricista llegó a Irlanda y con él sin saberlo una carga explosiva.Pasaron 3 días y la policía eslovaca al comprobar que les faltaba un explosivo,avisaron a la policía irlandesa,la cuál,tras comprobar la identidad de la "mula explosiva" fueron hasta su casa,desactivaron y confiscaron el explosivo y al electricista mulero se lo llevaron detenido,preguntándose éste que coño ocurría.
El ministro eslovaco pidió perdón al ministro irlandés,un cargo policial eslovaco dimitió(no se sabe si se aceptó su dimisión)y del pobre electricista eslovaco no se acuerda nadie.Ni de que fue usado sin su consentimiento como transporte de material explosivo por la policía de su país,ni para(que menos) pedirle perdón tras haberse pasado unas horas detenido porque alguien desde su despacho oficial decidió jugar a policías y terroristas,asignándole el papel de terrorista por la cara y encima con la que está cayendo a nivel de terrorismo internacional.
¿No hay otra forma menos peligrosa(si puede ser)para la integridad de los ciudadanos de a pie de comprobar la seguridad en los aeropuertos?.Estamos llegando al punto sin retorno de además de mostrar el pasaporte en la ventanilla correspondiente,nos hagan inclinarnos hacia delante con los pantalones bajados para hacernos un tacto rectal por si escondemos algo más que vergüenza en nuestros orificios naturales,no sea que llevemos algo catalogado cómo peligroso por las autoridades de turno.
Pero llegar a endosarle a un pobre electricista que simplemente volvía al país donde trabaja,un explosivo,utilizándolo cómo cobaya policial,es un grandioso salto adelante en el ninguneo de los derechos civiles por parte de quienes se supone que nos deben proteger y no acojonar.

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