El hombre del saco

Después del terremoto de Haití lo que sigue es el caos y el sálvese quien pueda.La tardanza en llegar,no de la ayuda humanitaria,ésta estaba estancada en el aeropuerto,sino del ejército para controlar a la población y hacer efectivo el reparto de esa ayuda,ha provocado que ese caos se extienda cómo una mancha de aceite.Y las víctimas de eso,las más indefensas son siempre,el eslabón más débil,los niños.
Haití ya era famosa por la trata y el secuestro de niños,ahora sin un gobierno que se haga cargo del desastre,las mafias que se dedican a ello están llenándose las alforjas de criaturas a las que no puedo (no quiero) imaginar el futuro que les espera.Tal vez algunos,los que tengan más suerte,sean dados en adopción a cualquier norteamericano o europeo que quiera saltarse la burocracia y la ley haitíana para adoptar niños.Pero para otros,el futuro que se abrirá ante ellos será el infierno en forma de vejaciones y humillaciones y eso no debería pasar.Se siente impotencia,rabia,frustración.Se pierde la confianza (la escasa que queda a estas alturas) en el ser humano.Te obligas a pensar que esto no pasa tantas veces cómo pueda parecer,pero uno lee,se informa y ve que hay países en los cuales la vida de un niño vale menos que la de un perro callejero. Ves que el dinero invertido en esos países proviene del turismo sexual con menores,que ese dinero se destina para destrozar las vidas y las ilusiones de un puñado de niños que jamás tendrán futuro,sólo un presente repleto de asco.
El destino,dicen,que cada uno lo tiene determinado al nacer,yo no lo creo.Al nacer lo único que tenemos por delante son un montón de años para vivir y llenarlos con sueños,ilusiones,anhelos y todo eso puede truncarse,romperse cómo un vaso de cristal contra el suelo,haciendo añicos una vida que ya jamás será vivida,porque se cruzó en su camino el hombre del saco.

05 Herzblut.mp3