viernes, 2 de diciembre de 2011

Teoría de la cuchara

La cuchara es uno de los utensilios más antiguos que se usan para comer. Se han encontrado cucharas hechas de madera y de hueso que datan del Paleolítico y eso no está precisamente a la vuelta de la esquina en la historia de la humanidad como quien dice.
También dicen que el oficio más antiguo del mundo es el de la prostitución, aunque el hecho de que existan registros históricos de que existía una prostitución religiosa, me hace pensar si el oficio más antiguo del mundo no sería el de sacerdote en lugar del de prostituta. Aunque para ser serios, lo más probable es que el oficio más antiguo del mundo sea el de cazador, luego el de agricultor-recolector, luego el de ganadero y así sucesivamente hasta llegar al "oficio" de soberano, puesto en el cargo por obra y gracia de Dios o en su defecto por aquellos descendientes de los sacerdotes que utilizaban la prostitución religiosa, es decir la utilización de las mujeres (en un sentido "religioso") como pago simbólico para congraciarse y agradecer a ese Dios sus favores y de paso estar más cerca de Él... y de paso controlar las voluntades de los hombres y mujeres...en su nombre.
La historia de la humanidad es un cúmulo de despropósitos y tropezones contra toda razón y lógica y todavía me asombro que se haya descubierto algo más allá del filamento de las bombillas para dar luz a los hombres en su camino hacia el futuro impredecible del progreso de la humanidad. O que se haya inventado la rueda para movernos por este mundo al que o no entendemos o ni pretendemos hacerlo (craso error), o tal vez sea este mundo el que no nos entienda y nos complique la existencia por pura supervivencia. Ese futuro que se antoja lejano, oscuro y aún inalcanzable, aunque lo tengamos al alcance de la mano, aunque nos parezca mentira y cada vez que alguna vez (quién lo diría) alcanzamos, ese futuro, automáticamente lo convertimos en pasado y seguimos buscándolo pese haberlo dejado atrás...olvidado.
Pero si realmente hay una actividad humana (en el aspecto social) antigua y con un sentido practico en su (valga la redundancia) practica cotidiana, esa es la política. Más antigua que la prostitución o lo que es lo mismo, la religión por otros medios, la política es lo que impregna cada acto que como humanos hacemos y llevamos a la práctica, aún sin proponérnoslo ni pretender hacerlo. Cualquier acto humano es política. Hasta el gesto de coger una cuchara es política en su sentido más primario, pese a ser la cuchara anterior (Paleolítico) a la política (Neolítico). Precisamente es la política lo que explica el acto de coger y usar en determinado sentido una cuchara. O puestos a ser más crípticos, diríamos que el acto y uso determinado de una cuchara determina un acto y sentido político. ¿Por qué no ser más claro?. Evidentemente porque estamos hablando de cucharas y política, si hablásemos de peras y manzanas, la gente lo entendería mejor, pero no son peras ni manzanas. Son cucharas y política y no hay que darle más vueltas.
La política no es buena o mala per se, es su uso lo que determina que sea buena o mala. Hasta el simple acto de dar de comer a un niño con una cuchara es un acto político. No por el acto en sí, sino por su simple posibilidad de hacerlo. Ahí es dónde entran todas las variantes sociales y humanas que hacen posible dar de comer a un niño con una cuchara. Eso es política. Cualquier actividad cotidiana viene supeditada a la política que se haya venido ejerciendo para que ese acto sea o no posible. Volviendo al hecho, casi reflejo, de dar de comer  a un niño cuando tiene hambre, la política determina todas las posibilidades existentes desde que el niño tiene hambre y pide de comer. El hambre es una necesidad básica que hay que cubrir, la política entra en ese justo momento, la política es la forma de cubrir de una manera lo más beneficiosa posible para el niño ( y de paso para su entorno) esa necesidad. Y si el niño ( y de paso su entorno) no queda satisfecho, es que se está haciendo una mala política.
Hasta la forma de coger la cuchara es política. Hay psicólogos que dicen que la forma de coger la cuchara determina la psique de cada cuál. Tal vez, pero al fin y al cabo ¿qué es la psique?. ¿El alma humana? o ¿la política que ese humano sigue en su vida?. El hecho de comer dos cucharadas más de arroz sabiendo que ese acto (comer esas dos cucharadas de más) puede dejar sin comer aunque sólo sea dos cucharadas de arroz (las que uno se ha comido de más) a otra persona y que encima lo necesite más que nosotros, ¿es un acto egoísta? o ¿es un acto determinado por un sentido político?.
En la actualidad, por ejemplo, comemos (a parte del hambre que por necesidad humana/animal sentimos) porque hay unas políticas determinadas que tras una serie de procesos en los que intervienen la economía (una especie de política monetaria) y otros procesos de distribución (una especie de política de transportes) que nos pone la comida en la mesa de una manera más cómoda que hace unos siglos, pero ese simple proceso no hubiese sido posible si no existiese una política que se preocupe de ello y se preocupe de llevarlo a cabo. Los ganaderos, agricultores, etc, todos las personas que trabajan en la cadena de alimentación sigue una línea política consensuada desde hace siglos, que les procura (o debe) una vida digna por hacerlo y gracias a ello, nosotros comemos. No digo que lo básico (el hambre que por propia necesidad humana sentimos) sea política, pero el acto de procurar paliar ese hambre, esa necesidad, eso sí es política y depende cómo sea ésta, será más beneficiosa para nosotros (como parte de un todo social) o más beneficiosa para "nosotros" (en un sentido de individuo, sin contar con el resto de las personas que nos rodean, como un aparte de un todo social). La buena o mala praxis de una política determinada.
Resumiendo. Si tenemos la cuchara para coger la sopa de nuestro plato, no la usemos para darle cucharazos al de enfrente ni para quitarle la sopa al de al lado. La política es nuestra cuchara y todo lo que llenemos en ella y nos alimentemos de ella debe ser para procurarnos una alimentación sana y repartida lo mejor posible. Sino, es mala cuchara (o mal uso de la cuchara para entendernos) y en consecuencia es mala política. Y siempre hay que tener extremo cuidado con lo que uno se lleva a la boca. La higiene a de ser lo más esmerada posible. Por el bien de uno y en consecuencia por el bien de todos. Sin cuchara no comemos y ya que hay que usarla que esté lo más limpia posible. Tampoco es mucho pedir. Y siempre tenemos la opción de limpiarla con nuestras propias manos en caso de que veamos que viene sucia en origen. No creo que seamos tan tontos, ¿no?. Ah, y no hagamos caso de esos prestidigitadores que mientras sacan un conejo de la chistera, te hacen mirar fijamente a la cuchara para que veas que sólo con el poder de su mente son capaces de doblarla.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario