lunes, 4 de junio de 2012

El enigma de la Pantera Rosa

El Excelentísimo Señor José Carlos Dívar Blanco, es Presidente del Consejo General del Poder Judicial y por si esto fuera poco también es Presidente del Tribunal Supremo. Lo de Excelentísimo Señor es por el tratamiento que va implícito en los cargos que ocupa.
Hay bastante gente que lleva el tratamiento este de Excelentísimo Señor. Supongo que a nadie le amarga un dulce y si además el caramelo te lo regalan, pues menos aún. Que luego realmente sean y se comporten como tales Excelentísimos Señores, depende de cada cuál. Hay personas que se adaptan a los cargos y hay cargos que se malean hasta lo indecible para adaptarse a las personas... a ciertas personas. Hay ejemplos casi a diario del "sostenella y no enmendalla" en bastantes jerifaltes del país y esto viene siendo así desde la época de los reyes godos. ¿Esencia nacional?. ¿Idiosincrasia ibérica?. ¿Picaresca hispánica?. ¿ O simple y llana relajación en las funciones de cada cuál con la complacencia habitual de todos los que pasábamos por allí?.
El señor Carlos Dívar es un señor profundamente creyente de la religión católica y la fe en Cristo y ambas son el faro que guía su vida. Se nota nada más verle.
Peregrino asiduo a Tierra Santa, desde hace unos años también peregrina habitualmente a Puerto Banús (Marbella) en diferentes viajes de fines de semana caribeños (según dicen de unos 4 días mínimo, dependiendo lo caribeño que sea el finde) compartiendo mesa y mantel con personas "muy importantes", según el señor Dívar. Y es por ello por lo que se le han hecho unas acusaciones sobre el dinero que en dichos viajes ha cargado a la cuenta del Consejo. Ante dichas acusaciones, el señor Dívar responde diciendo que disfrutaba de dichos viajes en representación de su cargo y no como actividad privada y que es por ello por lo que no piensa desvelar los nombres de dichas "personas importantes" y mucho menos devolver el dinero; pese a que sería de gran ayuda saberlo para aclarar el asunto y disipar por completo las dudas sobre su comportamiento.
Ahora algunos no se acuerdan de como llegó el señor Dívar a tan altos y prestigiosos cargos (el Supremo y el Poder Judicial), olvidando que pese a no ser la persona idónea para dichos cargos y habiendo otras personas que le superaban en méritos, pudo no solo entrar en ellos, sino que además entró para presidirlos gracias al pacto político entre el PP y el PSOE que se pusieron de acuerdo para que ambas presidencias cayeran sobre los hombros del señor Dívar.
Al PP ¿para qué pedirle explicaciones por ello, sabiendo que la religiosidad, tradicionalismo y conservadurismo de la que hace gala el señor Dívar les parece totalmente correcta además de hacerles inmensamente feliz que una persona tan afín a sus intereses e ideales presida dichos altos estamentos judiciales?.
Las explicaciones del PSOE por dicho nombramiento todavía las estamos esperando.
Exactamente al señor Dívar le acusan de malversación de fondos públicos al gastar unos 13.000 € en viajes y hoteles de lujo (escolta incluida o aparte, que esas cosas nunca parecen aclararse del todo) cargados a la cuenta de la judicatura. El señor Dívar no ha negado dichos viajes y alojamientos, al contrario, dice que los hizo (escoltas incluidos) en representación de los cargos que ocupa.
Eran viajes de trabajo. Que las togas se cuelgan en una percha y no se tiran de cualquier manera a los pies de la cama al llegar a la habitación, parece que ha querido decir en ese lenguaje judicial tan ambiguo que trufan nuestras leyes. Que a tan alto cargo no se le va a alojar en "Pensión Manoli. Trato familiar y baño compartido". Que el cargo, la responsabilidad que emana de él y la imagen que se ha de transmitir ha de ser como Dios manda en la "democrática" monarquía parlamentaria que disfrutamos.
Compareció ante los medios de comunicación, aunque el señor Dívar se mostraba reacio a ello pues estaba más por un almuerzo informal (a cargo de la judicatura supongo) con algunos periodistas elegidos y escogidos para explicarse ante ellos; al final accedió tras haberlo consultado primero con la Vírgen de Fátima de la que es gran devoto y aseguró firme y cristianamente en dicha comparecencia que "tengo la conciencia tranquila"... Igual que las amebas, cuya conciencia siempre está tranquila.
Esto de la "conciencia tranquila" (siempre pienso que inmediatamente después de esta frase dirán: "y duermo a pierna suelta") se ha convertido en la coletilla habitual de todos aquellos que suelen pisar una caca justo antes de entrar invitados en una recepción real.
El mismo día de la comparecencia ante los medios de comunicación, el ministro de Justicia, señor Gallardón le echaba un capote sobre los hombros y tras darle unas palmaditas en el trasero en plan camaradería y complicidad conservadora y tradicionalista, se opuso a la comparecencia en el Congreso de los Diputados que pedía el grupo de IU en el Parlamento. Que para charlar están los cafés. Que al Parlamento se va a hacer política o a votar con los pies cuando hace falta y haya que votar por algún compañero de grupo que se ha ido a tomar unas cañas al bar o está en su despacho particular redondeando algún negociete con el que sacarse un sobresueldo. A ver si vamos a tener que dar clases de democracia a algunos rojillos de esos que si están calentando el escaño con su trasero es porque a demócratas no nos gana nadie y hemos dejado que se integren en el sistema... nuestro sistema, para demostrarlo.
Así que nos quedaremos sin saber quienes eran esas "personas importantes" con las que se reunió el señor Dívar. Aunque a lo mejor eran importantes... solo para él, para sus aficiones, para sus gustos, para sus intereses particulares...
A última hora se ha apuntado a esto de la comparecencia parlamentaria del señor Dívar el PSOE y según parece el señor Dívar dice que irá al Senado a decir lo que ya dijo en su comparecencia con los medios de comunicación. Pero que irá en Septiembre, después de las vacaciones de verano... si eso. ¡Qué país más raro este!.





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