lunes, 24 de enero de 2011

Agua,jabón y esponja

La higiene es algo fundamental en una persona.Pero de nada vale que uno se duche a diario cada mañana si en cuanto escucha la radio,lee el periódico o enciende el televisor,los encargados de esos medios de comunicación no han hecho sus abluciones matinales.
¿De qué sirve enjabonarse los sobacos si siempre hay algún político que cada vez que gesticula (teatralmente y de primer curso de interpretación),alzando los brazos,nos atonta con sus hipócritas efluvios?.
No sirve de nada lavarse los dientes con el cepillo después de cada comida,si cuando los banqueros hablan,su cínica halitosis y su sarro falto de escrúpulos,nos abofetea en la cara,pese a no tenerlos delante de nosotros.
Es trabajo en balde cortarse las uñas de los pies,si ciertos empresarios se las dejan crecer hasta parecer gavilanes,supongo que para apresar mejor a sus víctimas y tenerlas así a su total merced.
Hay desodorantes que no disimulan el mal olor,porque hay un déficit de higiene de antemano.
La higiene es algo que se aprende desde la cuna.De niño te obligan a bañarte y para cuando eres mayor uno se ha de obligar a hacerlo y seguir con esa rutina adquirida tan beneficiosa para la salud.
Dicen que la libertad de cada uno acaba dónde empieza la del prójimo.Ese es un concepto castrante que no dice nada a favor de quienes la practican y menos de quienes la predican.Creo que la libertad de cada uno, más bien se ha de complementar con la del prójimo.¿Y cómo se consigue eso?...pues dando una esponja a cada persona,para empezar.
Agua,jabón y esponja,la Trinidad que toda persona no debería olvidar.
La higiene es salud.Lo dicen los médicos y yo siempre hago caso al mío.Pero aunque no lo dijesen,es algo tan obvio y elemental,además de básico y racional que el no seguir esta máxima,es no quererse ni un poquito...y por extensión no querer a los demás.

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