Aún no es así, pero es posible que dentro de pocos días, lo podamos celebrar en las numerosas fuentes que los españoles usamos para conmemorar los grandes triunfos futbolísticos. Gracias al buen hacer de nuestros lumbreras patrio-político-económicos y también gracias a la inestimable ayuda de la poderosa Alemania en su versión Merkeliana. Es de bien nacidos ser agradecidos y es de ley recordarlo. En Alemania como parte agradecida e implicada en dicho reconocimiento dirán con un ligero acento bávaro :" Und der Oscar geht nach... Spanien!".
Nos van a dar un Oscar, aunque dicho Oscar es más conocido en los ámbitos políticos y económicos con el rimbombante nombre de Intervención Económica.
Que nos lo hemos ganado a pulso es algo que está más allá de toda duda. Que hemos seguido la corriente que a todos lleva río abajo, también...aunque no somos tan buenos nadadores como para nadar y guardar la ropa al mismo tiempo como lo puedan ser otros países más acostumbrados a nadar en ríos revueltos. El río ha resultado tener una peligrosa corriente con demasiados remolinos para unos recién llegados como nosotros. Creíamos que con llevar la tartera y una botellita de vino tinto, luego nos bañaríamos desnudos a la luz de la luna a echar unas risas. Debimos intuir que algo iba mal cuando algunos países europeos, al llegar la noche, se desnudaban pero para ponerse inmediatamente un traje de neopreno, antes de tirarse al agua.
La intervención de por sí no es mala, lo dice el gobierno, y si lo dice el gobierno debemos creerlo, ¿o no?. Aunque todo lo que ha dicho el gobierno desde que salió votado ha sido papel mojado, así que no se porqué razón deberíamos creerle ahora. ¿Se lo deberíamos tener en cuenta?. En seis meses todas las previsiones y pronósticos hechos por el gobierno del PP, no solo han sido erróneos sino que han sido antónimos, es decir totalmente contrarios a lo expresado por sus distintos portavoces. En cualquier otro país con algo de democracia en sus venas habría sido suficiente para dimitir en bloque y convocar elecciones anticipadas. Peor no nos iba a ir. De hecho, si dicha intervención llega a producirse, en materia económica no será el gobierno votado por los españoles quienes dicten las política a seguir, será un grupo de funcionarios de la Comisión Europea. Y como resulta que la mayoría de países europeos, especialmente aquellos que tienen dificultades económicas, vendieron su deuda a los bancos alemanes, son estos quienes al final nos dictarán las políticas a seguir... todas ellas concentradas en conseguir que les paguemos lo que les debemos.
Primero fue un rescate que, según el gobierno del PP, no es un rescate sino un préstamo, una ayuda, una línea de crédito blanda (gobierno dixit)... y ahora es posible que sea una intervención completa y en toda regla, que para el gobierno de Mariano Rajoy será ¿una participación, una mediación, una actuación?... palabras todas sinónimos de intervención, que será la palabra tabú para decir que perderemos nuestra escasa soberanía económica en pos del perdón y la confianza de los mercados. Y a las personas que las den pomada.
Es paradójico que siguiendo las recetas neoliberales tan en boga hoy en día, sean los estados los que acaben interviniendo en los propios países, desdiciendo uno de los mandamientos más importantes del neoliberalismo, que no es otro que reducir al mínimo posible la intervención del estado en los asuntos económicos.
Bonita religión esta del neoliberalismo, que reniega de la intervención estatal, menos cuando sirve para sacarla las castañas del fuego. El neoliberalismo es adulto para practicar sexo, pero no tanto como para hacerse cargo de los hijos que nacen por practicarlo. Luego con pedir perdón y rezar un padrenuestro y un par de avemarías, está arreglado. Pelillos a la mar. La basura la barremos bajo la alfombra y los cadáveres los enterramos en el jardín trasero, junto al rosal de la tapia que allí hay más sombra.
Por cierto, la selección española de fútbol sigue defendiendo los colores patrios en la Eurocopa (con unos buenos incentivos para cada uno de los jugadores) y es bastante posible que pase a cuartos de final y el tenista Rafael Nadal ha ganado el Roland Garros (ya van siete), así que don Mariano Rajoy puede estar contento y por extensión también sus gobernados (le hayan votado o no). Para un estadista de su altura, la prima de riesgo no tiene peligro, hay confianza y es de la familia, parece pensar don Mariano. Lo malo es que dicha prima piensa más en don Mariano como el refrán: "Cuanto más primo más me arrimo". Y en dicho refrán la connotación de primo no se refiere al primo consanguíneo.
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